La bolsa se ha convertido en el activo reserva, tasa de interés y todo eso. Diferencia entre FAANMG y otras empresas. Imprimir dinero.

El sistema económico ha cambiado mucho en los últimos cien años. Utilizar la historia para predecir el futuro es casi como tirar una moneda al aire. La complejidad de los fenómenos sociológicos y el carácter errático de las decisiones que se toman en una pandemia es para los inversores un quebradero de cabeza.

Las bolsas europeas están cayendo pero la de EEUU se mantiene firme. ¿Por qué?

La respuesta es que las empresas tecnologías están llevando a su espalda el resto de la bolsa. La valorización de las FAANMG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix, Microsoft y Google) no para de crecer. El resto están en caída, pero la subida tan fuerte de las empresas tecnológicas hace que el resultado final sea positivo.

El valor de las acciones es la suma de valor real y ficticio, ambos importantes. En el largo plazo la valorización de las acciones se aproxima al valor real, que está ligado a la producción total de dicha empresa y a los beneficios. En el corto plazo, sin embargo, el valor ficticio tiene gran importancia. Este valor sufre cambios dependiendo de cómo esté posicionada la empresa ante las diferentes tesituras económicas.

La pandemia ha colocado a las empresas tecnológicas en una posición muy favorable.

Además, las opciones de inversión se están volviendo cada vez más limitadas, y estas empresas se han convertido en la única alternativa. Las inversiones de riesgo ya no tienen sentido porque el contexto ha destruido la posible rentabilidad de esas inversiones. Los fondos de inversión de riesgo tampoco tienen a donde ir, pues las inversiones que antes sumaban gran riesgo pero también gran rentabilidad, ahora ya no cuentan con esta última característica.

El colofón vino de parte del banco central de Estados Unidos, la Fed, que bajó los tipos de interés al 0.25%. Esto limitó aún más la variedad de lugares en la que los inversionistas podían proteger sus inversiones de la pandemia y aumentó la presión sobre los precios de la bolsa.

En medio de una pandemia y en vísperas de una crisis económica mundial, las FAANMG son un valor seguro incomparable.

Son el activo refugio por excelencia.

Por lo tanto, no se puede decir con la misma ligereza que la bolsa esté en una enorme burbuja. Seguro que parte de toda esa inversión es especulación tratando de sacar beneficio de los movimientos y cambios sociales, pero muchos han tomado la decisión de invertir no para especular, sino porque se vieron atrapados y esa fue su mejor y única opción.

La crisis que enfrentamos es extraña y no se parece a nada que hayamos vivido. Los inversores están sumidos en un estado de confusión continua debido a la falsa seguridad que tienen al tomar sus decisiones. El destino de las empresas que tienen en su cartera depende ahora de factores que ellos no controlan, en la mayoría decisiones políticas y cambios de tendencias cuya dirección es todavía incierta.

En este contexto, las matemáticas, los modelos y las predicciones no sirven para nada, y muchos nunca han sabido leer la mente de la sociedad sin ellas. No saben invertir de otra forma. Los números hoy reflejan algo y mañana lo contrario. Si se miran unos datos, se puede inferir una imagen de la realidad, pero leyendo otros diferentes la imagen surge la imagen opuesta. Excepto unos pocos genios, el resto de inversores está nadando en una tormenta de incertidumbre y ya no saben ni por donde saldrá el sol por la mañana.

En estas situaciones, lo mejor es mantenerse al margen. Tratar de comprender y anticipar los movimientos del mercado en una situación de incertidumbre lleva a uno a realizar hipótesis sobre el futuro basado en informaciones insuficientes y criterios incompletos. Esto resulta en la pérdida de dinero para las personas más inexpertas. Sin embargo, es ahora justo cuando más gente está invirtiendo, ante la euforia y el miedo de perderse esta oportunidad única de hacerse ricos. El ser humano es tozudo y le cuesta aprender la lección, pero eso ya lo sabemos todos.

Daniel Alonso Viña

29.11.2020